Miguel Bosé deslumbra Chicago con un concierto vibrante y lleno de vida en el Rosemont Theatre

Chicago volvió a rendirse ante Miguel Bosé. La noche de ayer, gracias a la producción de Live Nation Latino, el icónico artista español regresó a los escenarios de la ciudad con un concierto extraordinario en el Rosemont Theatre, donde ofreció una presentación que superó cualquier expectativa.

Desde el primer momento, Bosé se mostró cercano, enérgico y sorprendentemente renovado. Su presencia escénica —siempre elegante, siempre impecable— conquistó a un público que no dejó de corear, aplaudir, levantarse de sus asientos y sumarse a cada una de sus interpretaciones. Tras años sin verlo en vivo, reencontrarse con él en el escenario fue un verdadero regalo para sus seguidores.

El espectáculo brilló por un juego de luces envolvente y preciso, que creó un ambiente cálido, articulado y visualmente impresionante. Los seis coristas, además de aportar una potencia vocal sobresaliente, acompañaron al cantante con coreografías sincronizadas que añadieron un toque dinámico y sofisticado al show. Su complicidad escénica con Bosé fue evidente y se convirtió en uno de los elementos más celebrados de la noche.

A lo largo del concierto, el público no dejó de pedir “otra” y Bosé, en una muestra de gratitud y generosidad, regresaba constantemente al escenario para ofrecer una canción más. Entre aplausos interminables, cerró la velada con “Don Diablo”, en una versión enérgica y muy bien ejecutada, donde todos los músicos y coristas se sumaron a una coreografía sencilla pero poderosa, creando un final espectacular.

Los cambios de vestuario del artista fueron otro punto destacado: cada aparición revelaba un Bosé elegante, estilizado y con un dominio absoluto del escenario. Más allá de su imagen, lo que realmente sorprendió fue su actitud positiva y la vitalidad con la que se entregó al público, que en varias ocasiones agradeció con sonrisas, saludos y poses para los asistentes que capturaban el momento con sus cámaras.

Uno de los instantes más emotivos fue el mensaje que dedicó a la comunidad latina, un discurso breve pero profundo, que resonó especialmente entre los presentes. Y, por supuesto, no faltaron los grandes éxitos que han marcado su trayectoria, interpretados con una fuerza que recordó por qué Miguel Bosé continúa siendo una figura esencial en la música en español.

En definitiva, el concierto fue una experiencia disfrutable de principio a fin, un reencuentro memorable con un artista que demostró estar más vivo que nunca, cargado de presencia, emoción y una entrega absoluta hacia su público.

Por Araceli Nava Fotos: DantePadilla