"ELVIRA" un grito de protesta en el escenario

La obra "Elvira" se inspira en la impactante historia real de Elvira, una migrante que se encerró en una iglesia de Chicago durante un año, buscando refugio en un santuario para evitar su deportación. Esta potente narrativa no solo captura la lucha individual de una mujer por su seguridad, sino que también refleja las realidades desgarradoras que enfrentan muchos migrantes en la actualidad.

Desde el inicio, la obra establece un ambiente tenso y emotivo, transportando al público a los desafíos y miedos que enfrenta Elvira. A través de diálogos cargados de emoción y situaciones conmovedoras, la historia se desarrolla mostrando la fuerza y resiliencia de una mujer dispuesta a desafiar las normas en busca de protección. La dirección logra mantener un ritmo que alterna entre la desesperación y momentos de esperanza, haciendo que el espectador se sienta profundamente conectado con la protagonista.

El elenco es, sin duda, uno de los grandes aciertos de la producción. Cada actor aporta una dimensión única a su personaje, pero es la interpretación de la actriz que da vida a Elvira (Alma Pauleth) es la que roba el espectáculo. Su actuación es desgarradora y auténtica; logra transmitir la angustia, el miedo y la esperanza de su personaje de manera visceral. A lo largo de la obra, su entrega emocional provoca una respuesta profunda en el público, haciendo que muchos asistentes se sientan conmovidos hasta las lágrimas. La habilidad de la actriz para encapsular la complejidad de Elvira es un testimonio de su talento y dedicación.

Además de su potente mensaje, "Elvira" invita a la reflexión sobre la realidad de los migrantes, ofreciendo un espejo en el que la sociedad puede verse a sí misma. La obra plantea preguntas sobre la empatía, la justicia y el papel de las comunidades en la protección de quienes buscan asilo. En un momento en que el tema de la migración es más relevante que nunca, esta obra se convierte en un grito de protesta y un llamado a la acción.

En fin "Elvira" es una obra profundamente conmovedora que combina una historia real con una interpretación poderosa. No solo es un homenaje a la valentía de quienes luchan por su lugar en el mundo, sino también una invitación a todos nosotros a ser más solidarios y compasivos. La experiencia en el teatro es inolvidable, y sin duda, una que dejará una huella en los corazones de quienes la presencian.

Por Araceli Nava

fotos: Juan Jasso