María Esther Beltrán Martínez Fotos: Daniel Pérez/ Teatro Cervantes
Málaga, España.- Durante su gira por España Sara Baras presenta su espectáculo Vuela. Cuando su compañía cumple 25 años la bailaora rinde un homenaje al gran guitarrista, Paco de Lucía. Con cuatro pases agotados en Málaga el Teatro Cervantes se desborda cada noche con largas ovaciones y palabras elocuentes al profesionalismo de Sara Baras.
Vuela, presenta un viaje coreográfico compuesto por 15 piezas que componen cuatro actos, cada uno de los cuales teje una poderosa narrativa. Madera, que recuerda la fuerza de nuestras raíces y la calidez que reside en nuestro ser. Mar, invita a navegar con pasión y fluir como el agua. Muerte, una forma de explorar las emociones humanas desde lo más profundo. Volar, la única forma de huir sin correr, simplemente dejándonos llevar por la celebración y la alegría: una oportunidad que solo la música, el baile y los sentimientos nos pueden brindar, explica Sara Baras en el programa de mano.
Al inicio vemos una silla vacía en símbolo del vacío del maestro de la guitarra de Algeciras mientras con la iluminación perfecta vemos las cuerdas de una guitarra que cubre todo el escenario.
Sara Baras comienza con un zapateado sentada con Keko Baldomero al toque. Seguidamente baila Minera, y en la rondeña se incorpora su cuerpo de baile integrado por Daniel Saltares, Chula García, Charo Pedraja, Cristina Aldon, Noelia Vilchis, Marta de Troya y Carmen Bejarano.
Baras está acompañada por el elenco y músicos en la dirección musical y guitarra Keko Baldomero, Guitarra Andres Martínez, cante May Fernández, Matías Lopez El Mati, percusión; Antón Suarez, Manuel Muños “El Pájaro”, viento; Diego Villegas y chelo; Ivo Cortés.
Mientras transcurre su espectáculo uno se queda sin palabras para definir lo que ve en el escenario. Perfección, técnica, belleza, fuerza, armonía, color, calidad, elocuencia, profundidad, talento que se resume con, mucho duende es lo que tiene Sara Baras y su compañía que cada noche hace posible que los asistentes se pongan de pie varias veces, la ovacionan y aplaudan hasta que los brazos duelan.
Doloroso y estremecedor es pasar de una fiesta al dolor que causa la pérdida que vemos en las seguiriyas que baila Sara con Daniel Saltares, mientras May Fernández y El Mati lanzan unos quejíos. Y la incorporación de un enorme incensario en medio del escenario da la escena con su olor a incienso de recogida, de pena y dolor ante la pérdida y el encuentro con la muerte.
Para aliviar la pena baila Canción de amor, aunque el sentir trasciende y se hace un nudo en la garganta, los sentimientos nacen y los refleja la compañía.
Para terminar se escucha en voz en off a Sara “Maestro, te tengo a ti, por eso puedo sentir que tu corazón en mí Vuela”
Parece que todo ha terminado, la compañía da las gracias y recibe todo el amor del público y su respeto.
Sara se va al final del escenario se oscurece la escena y suena el violín El Mati interpreta Ojos verdes, vemos sentimiento puro y fuerza de Sara quien luce un mantón y emocionada lanza besos al cielo en recuerdo de su padre
Para poner fin a está fiesta de sentimientos Sara toma el micrófono y agradeció a todos su asistencia e indica la emoción que le causa estar en Málaga donde cuenta con muchos amigos y saluda a algunos que se encuentran presentes.
Sin perder la sonrisa presenta a su compañía y se despide recibiendo la ovación completa de un teatro abarrotado.
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